TIEMPO DE OTROS – NICOLAS MEJIA

Nicolás Mejía nos adentra a través de su pintura en una reflexión sobre el vacío, el tiempo líquido la fragilidad y la adaptabilidad del ser humano a un futuro incierto, su obra resalta la falsedad que se da en la interacción de emociones superfluas o falsas en las redes sociales. Zygmunt Bauman visualizó en su libro La modernidad liquida la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad Narcisa y que está determinada por la falta de un piso sólido. Nos encontramos en un período donde las seguridades del ser humano se volvieron líquidas, frágiles y el pensamiento fue reempla- zado por las banalidades que se expone en las redes. La carencia de instituciones sólidas, el aviso de una hecatombe a partir del cambio climático, todo en la contemporaneidad flota, las relaciones se dan a partir de la web se desvanecen o se cambian. Bauman describe como estamos insertos en este maremágnum veloz e informático y a pesar de la democratización de los medios, cada vez el conocimiento, la memoria, el afecto se han perdido. Al igual, Mejía pone de manifiesto en su trabajo el poder de la imagen. Las imágenes manipulan nuestras experiencias, al punto que una imagen sustituye la realidad. Analiza el tiempo que invierten muchas personas en pensar en la edición y la publicación de fotos de actos cotidianos retocados que se transforman en una serie de imágenes que confirman lo que se hace, desde actos mínimos hasta escenas íntimas que se publican en las redes como nuevos hábitos de consumo. Mejía nos convoca a ralentizar la mirada y pensar sobre su pintura, que puede interpretarse como un retrato de la sociedad contemporánea. El artista deforma, agranda, trastoca y reflexiona sobre el mundo que se asfixia en la mentira e impide el contacto con la realidad. Su proceso pictórico es meticuloso, toma fotos de personas y de lugares que le gustan, luego esca- nea las imágenes, usa programas digitales de diseño con los cuales logra la imperfección de las per- sonas fotografiadas, volviéndolas anónimas, monstruos de una humanidad sin esperanza. En algunos casos mezcla sus personajes con el paisaje, en otras pinturas quita todos los elementos que pueda reconocer el lugar. Después de este proceso, llega a la pintura con un boceto digital. La técnica pictórica y el cuerpo humano los conoce a fondo, y de esta manera logra pinturas figurativas, realis- tas con fondos monocromáticos que acentúa la extrañeza de estos tiempos, sus personajes son desfigurados, altera los rostros con objetos o deformidades. En algunos casos aparecen seres con cabezas grandes, podría pensarse en una enfermedad colectiva, infectada por alienígenas y las redes sociales. De esta manera, logra un conjunto de imágenes distorsionadas y expone como las relacio- nes sociales está mediatizada por las nuevas tecnologías de comunicación y la publicidad. El artista posee un gran bagaje en la pintura, algunas veces toma de referente el proceso de artistas como: Francis Bacon, Salvador Dalí, René Magritte o David Hockney siempre acercándose con res- peto a sus pinturas, algunas de sus obras son similares formalmente a los de los artistas, es un juego mental que lleva al artista a otros escenarios y a contar otras historias.Vale la pena acentuar que su interés es pensar en torno a lo que acontece en la vida diariamente y encontrar un lenguaje que lo identifique. Nicolás Mejía estudió con el pintor figurativo Carl Dobsky, con quien se interesó en los procesos y composición dentro de la pintura narrativa en Los Ángeles, al igual en The Arts Student League de Nueva York, D.R.A.M.A Dzimirsky Realism Art Master Atelier, Alemania, en la Academia Fábula y en Academia de Artes Guerrero en Bogotá, entre otras. Nicolás Mejía infiere en Tiempo de O tros y su pintura nos invita a que reaccionemos a la socie- dad del espectáculo donde todo se ha vuelto una puesta en escena y donde se elimina cualquier pensamiento crítico. Maria Elvira Ardila Bogotá D.C., Colombia 2023